Vellosidad excesiva
Tanto los varones como las mujeres pueden desarrollar vellosidad excesiva (hirsutismo) en zonas de piel que no son pilosas habitualmente. Esta característica es frecuentemente de tipo familiar, particularmente entre las personas de procedencia mediterránea. En las mujeres y los niños, puede ser consecuencia de una alteración de la hipófisis o de las suprarrenales que causa una producción excesiva de esteroides masculinizantes (virilización). La vellosidad excesiva es frecuente tras la menopausia y en las personas que utilizan fármacos anabolizantes o corticosteroides. La enfermedad también puede desarrollarse en las personas que utilizan otros fármacos, como el minoxidil, que se usa para controlar la presión arterial. También puede presentarse en personas que padecen porfiria cutánea tarda.
Tratamiento
Se debe ante todo determinar la causa del excesivo crecimiento de pelo. Por lo general no hace falta realizar pruebas de laboratorio, pero si se sospecha que existe un trastorno endocrino es posible tener que realizar un análisis de sangre.
El afeitado del vello puede ser una solución temporal. Otras medidas temporales son el arrancamiento con pinzas o cera y la utilización de depiladores. Si el pelo es muy fino, el trastorno puede ser enmascarado mediante la decoloración del mismo.
Para eliminar el pelo de forma definitiva es necesario destruir los folículos pilosos. El único tratamiento permanente seguro es la electrólisis
Pelos de barba encarnados
Se trata de pelos que se curvan de tal modo que su extremo pincha la piel y causa inflamación (seudofoliculitis de la barba). Es más frecuente con los pelos rizados de la barba, especialmente en los varones de etnia negra. El mejor tratamiento consiste en dejar crecer la barba: cuando los pelos se alargan, no se rizan ni pinchan la piel. El individuo que no desea tener barba puede usar un producto depilatorio hecho de tioglicolato o tretinoína (ácido retinoico), pero a menudo irrita la piel.
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